El tratamiento del síndrome de Tourette consisten de distintas técnicas de manejo y control consciente de los tics mismos. Debido a que los síntomas (tics) usualmente no son causa de discapacidad, la mayor parte de las personas con TS (por sus siglas en inglés) no requiere de medicamentos para la supresión del tic. Hay disponibilidad de medicamentos efectivos para aquellos cuyos síntomas interfieren con la funcionalidad. Los medicamentos usados más comúnmente para suprimir los tics son los neurolépticos; hay disponibles un número considerable pero algunos son más efectivos que otros (por ejemplo, haloperidol y primozide). Desafortunadamente, no existe un solo medicamento que sea de ayuda para todas las personas con TS, ni medicamento alguno que elimine completamente los síntomas. Además, todos tienen efectos secundarios. La mayoría de éstos pueden ser controlados iniciando el tratamiento lentamente y reduciendo la dosis cuando ocurran. Los más comunes incluyen sedación, aumento de peso y entorpecimiento de las facultades cognitivas. Los efectos secundarios neurológicos tales como temblores, reacciones distónicas (movimientos o posturas retorcidas), síntomas similares al parkinson, y otros movimientos discinéticos (involuntarios) son menos comunes y son ya controlados mediante la reducción de la dosis. Terminar el tratamiento con neurolépticos después de largo tiempo debe hacerse lentamente para evitar rebotes e incrementos en los tics, así como otras formas de discinesia.
Otros tratamientos del síndrome Tourette consisten en la administración de medicamentos pueden resultar igualmente útiles para reducir la severidad de los tics, pero la mayoría no han sido estudiados tan extensamente o han probado ser tan efectivos como los neurolépticos. También hay disponibles medicamentos eficientes para tratar algunos de los desórdenes neuroconductuales asociados que pueden presentarse en pacientes con TS. Investigaciones recientes muestran que medicamentos estimulantes tales como el metilfenidato y la dextroanfetamina pueden reducir los síntomas de TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad) en sujetos con TS sin hacer que los tics se vuelvan más severos. No obstante, en la actualidad las etiquetas de estos productos contraindican su uso en niños con tics o TS y en sujetos con una historia familiar de tics. Los científicos esperan que futuros estudios incluyan una discusión exhaustiva acerca de los riesgos y beneficios de los estimulantes en sujetos con TS o con una historia familiar de TS que llegue a aclarar este punto.
La psicoterapia también puede ser un tratamiento del síndrome de Tourette efectivo. Aunque los problemas psicológicos no producen TS, algunos de éstos pueden resultar de él. La psicoterapia puede ayudar al sujeto a encarar mejor el desorden y a enfrentar los problemas secundarios, emocionales y sociales, que pueden ocurrir algunas veces. Recientemente, tratamientos conductuales específicos que incluyen entrenamiento de concientización y entrenamiento para respuesta competente (por ejemplo, moverse voluntariamente en respuesta a una urgencia premonitoria) han demostrado efectividad en pequeñas pruebas controladas.
Foto | Topnews
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