Por lo general un ictus surge de forma rápida y se desarrolla de la misma forma, pudiendo causar lesiones cerebrales en tan solo unos minutos. Esta afectación del tejido cerebral puede manifestase de diversas formas, dando lugar a diversos síntomas:
- Sentir cierta pérdida de fuerza que nos afecta a medio cuerpo, en la cara, el brazo o la pierna.
- Podemos notar como perdemos sensibilidad en esas partes del cuerpo anteriormente mencionadas.
- Dolores de cabeza más intensos que de costumbre y que aparecen de forma repentina.
- Notar sensación de vértigo de forma repentina e intensa, acompañado de alguno de estos síntomas.
- Alteraciones en los ojos, con pérdidas de visión de forma total o parcial en uno de los ojos o los dos.
- Dificultad para expresarnos hablando, alteraciones en la pronunciación y en general dificultad para hacernos entender.
Cuando aparecen estos síntomas debemos tomarlos como una urgencia médica, ya que el ictus puede causar grandes lesiones en el cerebro y se ha demostrado que cuanto antes nos atienda un neurólogo, menores serán las repercusiones del ictus en nuestro cerebro.
Esta es la principal razón para que tanto la persona que es susceptible de sufrir un ictus (fumadores, diabéticos, hipertensión, colesterol, sobrepeso) como sus familiares, conozcan los síntomas.
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