Mitos y realidades del resfriado común

El resfriado común está entre los padecimientos de mayor incidencia en la temporada invernal. Se encuentra clasificado entre aquellos que afectan el aparato respiratorio y suelen tener su origen en procesos infecciosos, mecánico-obstructivos y alérgicos. Se sabe que los casos infecciosos están relacionados con en un 85% de los casos con agentes virales. Además, un factor desencadenante en la incidencia de males respiratorios está representado por las bajas temperaturas que impactan al país cada año en esta época, afectando principalmente a niños y ancianos y personas con alguna enfermedad respiratoria crónica como el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

El resfriado común es una enfermedad viral contagiosa que afecta las vías respiratorias superiores y se transmite a través de las gotas de saliva que una persona enferma lanza al aire cuando tose o estornuda y también cuando hay un contacto directo con las manos infectadas. Se trata del padecimiento más conocido en el mundo y aunque existen varias familias de virus y diferentes cepas que pueden causarlo, los más comunes son la familia de los rinovirus y los adenovirus.

El virus provoca los primeros síntomas las primeras 24 horas. Es más, cuando mucho, en dos días una persona empieza a experimentar signos característicos del resfriado común, como congestión nasal y goteo, estornudos frecuentes, sensación de ardor y dolor de garganta, cansancio ligero y algunas veces fiebre moderada. Al ser una proteína, los virus no pueden vivir solos porque no pueden reproducirse, entonces una vez que logran penetrar la mucosa respiratoria infectan las células que se encuentran a su alcance. Hablando del sistema inmunológico en general, el cuerpo posee un ejército de células que viajan a través de la sangre para contrarrestar dicha inflamación. De ahí que finalmente el resfriado sea una enfermedad autolimitada. Es decir, viene y después de algunos días se va.

El mito más difundido en torno al resfriado común es el relacionado con las vitaminas. Mucha gente piensa que al tomar vitaminas, como por ejemplo vitamina  A o C en gotas o jugos evitará resfriarse. La realidad es que una persona no se enferma debido a una deficiencia vitamínica (avitaminosis) ni tampoco estará a salvo de contraer una infección viral alguien que tome una dosis elevada de cierta vitamina. Si bien se recomienda aumentar la ingesta de cítricos en época de frío para ayudar en la formación de nuevas células en el cuerpo, no podemos dejar toda la responsabilidad a las vitaminas

Entre las recomendaciones más efectivas para evitar contraer un resfriado típico o común se encuentran: no respirar aire frío, procurar no permanecer en lugares con hacinamiento, no estar en contacto directo con gente contagiada, no exponerse a cambios bruscos de temperatura y atender los síntomas de una manera oportuna para disminuir el malestar general. Pero no hay que olvidar que la mejor medicina siempre será la prevención.

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