Generalmente no se está consciente de los peligros de comer mucha sal. No es un secreto que una dieta alta en sodio eleva la presión sanguínea, lo cual a su vez puede causar enfermedades coronarias e infartos. Pero nuevos estudios muestran que la sal es incluso más peligrosa de lo que se creía: comer mucha sal ha sido ligado a osteoporosis, demencia, cáncer, y otros serios problemas de salud. Y por si esto fuera poco, también puede añadir centímetros a tu cintura.
Este sólo ingrediente “sin calorías” puede ser un importante factor de riesgo y una de las principales razones para el sobrepeso. Por suerte nunca es demasiado tarde para disminuir nuestro consumo de sal, y lo mejor es que conforme pase el tiempo tu organismo se irá habituando a consumir cantidades de sal cada vez menores, hasta que puedas estar tranquilo respecto a tu consumo de sodio por día.
Uno de los motivos que hace tan peligrosa a la sal es que es adictiva. Tu cuerpo necesita cierta cantidad de sodio para mantener un balance correcto de los fluidos, transmitir impulsos nerviosos, y contraer y relajar los músculos, pero para realizar todas estas funciones solamente es necesario alrededor de 500 mg de sodio por día. Y cuando superas de esta cantidad al día, la química de tu cerebro se ve seriamente alterada. Las investigaciones demuestran que consumir sal desencadena la liberación de dopamina, el neurotransmisor asociado con el centro del placer en el cerebro, haciendo a los alimentos salados tan adictivos como la nicotina y el alcohol. Por lo tanto, como cualquier otra adicción, comer alimentos salados te hace querer comer cada vez más, y es uno de los mayores peligros de comer mucha sal. Y debido a que muchos de los alimentos altos en sodio (por no decir que todos) son altos en grasas y calorías, la adicción por la sal provoca que se ingieran cantidades enormes de estas sustancias que hacen ganar peso y grasa corporal.
Consumir altas cantidades de sal también incrementa la sed. Esto no sería un gran problema si recurriéramos al agua para calmarla. En lugar de eso, los estudios han mostrado que cada vez son más las personas que recurren a bebidas altamente edulcoradas como las gaseosas u otro tipo de bebidas embotelladas con alto contenido de azúcar. Otro de los peligros de comer mucha sal permanece un tanto oculto, ya que comer muchas cantidades de ella puede causar un incremento de peso de formas menos evidentes, al cambiar la forma en que el cuerpo metaboliza las grasas. De acuerdo a las investigaciones, una dieta alta en sodio aumenta la producción de insulina, la hormona que le dice al organismo que almacene el exceso de azúcar como grasa. En pocas palabras, mientras más insulina produzca tu cuerpo, más grasa almacenarás y más peso ganarás.
Ahora que conoces todos los peligros de comer mucha sal, convendría que hicieras una evaluación general de tus hábitos de consumo y empezaras a reducir tu ingesta de sal diaria gradualmente, para que des tiempo a tu organismo de habituarse y puedas lograr deshacerte del sodio extra que puede estar dañando a tu organismo justo ahora.
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