La eyaculación precoz

la eyaculacion precoz

Existe más de una forma de definir la eyaculación precoz. No se trata de una enfermedad sino de un trastorno que ocurre durante la relación sexual. Por lo general, se le conoce como una incapacidad para controlar la eyaculación, la cual tiene como resultado más usual la insatisfacción de la pareja. La eyaculación precoz puede bien ocurrir pocos minutos antes o después de la penetración, es cierto, o bien antes de lo deseado o de estar listo para hacerlo. La definición médica, empero, señala que para que estemos hablando de una condición de eyaculación precoz es necesario que ésta persista de manera recurrente y se caracteriza no por la potencia o la resistencia del sujeto sino porque la eyaculación se produce con un mínimo de estimulación sexual.

Existe una clasificación de este problema que lo divide en eyaculación precoz primaria y secundaria, y además lo subdivide en cuatro clases dependiendo de la gravedad del mismo. De este modo, se dice que un sujeto padece de eyaculación precoz primaria cuando éste no ha tenido por costumbre controlar la eyaculación y secundaria cuando un sujeto con esta costumbre y con una vida sexual activa presenta la condición en un determinado momento. Los grados primero al cuarto describen el problema desde su etapa más inofensiva, usualmente presentada en adolescentes y relacionada con malos hábitos en la masturbación, hasta el momento en que se considera ya un trastorno que requiere de la intervención de un profesional y de tratamiento, los cuales, sin embargo, no garantizan una recuperación en todos los casos.

Las causas de la eyaculación precoz pueden ser también varias y de distinta naturaleza, debiéndose a factores físicos, tanto como psicológicos. El problema puede derivar de la demasiada sensibilidad del glande algunas veces y en otras, y muy a menudo, debido a la ansiedad, nervios o tensiones que llegan a presentarse durante la relación sexual; en ocasiones el problema se asocia de igual modo con la disfunción eréctil. No se trata, tampoco, de un problema poco común. Los estudios demuestran que esta condición la padecen entre un 33 y un 40 por ciento de los varones, y más frecuentemente personas de 30 a 50 años.

Los tratamientos son, asimismo, variados. Existen técnicas que pueden practicarse para solucionar la eyaculación precoz. Las más conocidas son las del «pare y siga» (o stop and go) y la «compresión»; ambas implican la suspensión de la estimulación durante un lapso de unos treinta segundos cuando el hombre siente que está a punto de llegar a la eyaculación. Cuando se aplica la segunda se aprieta suavemente durante unos segundos el extremo del pene para retardar la eyaculación. Los antidepresivos como el Prozac y otros inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS) pueden ayudar. De igual manera, la aplicación de tratamientos y de cremas anestésicas locales puede inhibir la sobreestimulación. En algunos hombres el condón tiene este efecto.

Foto | johnnio

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