La artrosis es un tipo de artritis producida por el desgaste y pérdida eventual del cartílago de una o más articulaciones. El cartílago es una substancia proteínica que sirve como «colchón» entre los huesos de las articulaciones. La artrosis también es conocida como artritis degenerativa. Entre los más de 100 tipos diferentes de condiciones artríticas, la artrosis es la más común, afecta a más de 20 millones de personas tan sólo en los Estados Unidos. La artrosis ocurre con mayor frecuencia mientras se envejece. Antes de los 45, la artrosis se presenta con mayor frecuencia en los hombres; después de los 55 años, en las mujeres. Afecta a todas las razas, pero existe una mayor incidencia de artrosis entre la población japonesa, mientras que se presenta en menor rango entre la población de color sudafricana, en el este de la India y el sur de China.
La artrosis comúnmente afecta las manos, los pies, la espina dorsal, y las articulaciones que soportan grandes pesos, como la cadera y las rodillas. La mayoría de los casos de artrosis no tiene una causa conocida y son referidos como artrosis primaria. Cuando la causa de la artrosis es conocida, la condición es referida como artrosis secundaria.
¿Qué ocasiona la artrosis?
La artrosis primaria se relaciona principalmente con la edad. Al envejecer, se incrementa el agua retenida en el cartílago, y se degenera el preparado proteínico. Al final, el cartílago comienza a degenerarse por astillamiento o debido a la formación de grietas diminutas. En casos avanzados, existe una pérdida total del almohadón cartilaginoso. El uso reiterado de articulaciones desgastadas a través de los años puede irritar e inflamar el cartílago, produciendo dolor articular e hinchazón. La pérdida del almohadón cartilaginoso causa fricción entre los huesos, lo que produce dolor e inhibe la movilidad de las articulaciones. La inflamación del cartílago puede también estimular la formación de nuevos crecimientos óseos (espolones, también conocidos como osteofitos) alrededor de las articulaciones. La artrosis a veces puede ser desarrollada por miembros de la misma familia, lo que implica que existe una base hereditaria (genética) para esta condición.
La artrosis secundaria es causada por otra enfermedad o condición. Las condiciones que pueden conducir a la artrosis secundaria incluyen la obesidad, traumatismo o cirugía repetidos en las estructuras articulares, articulaciones anormales congénitas, gota, diabetes y otros desórdenes hormonales.
La obesidad produce artrosis al incrementar el stress mecánico que se ejerce sobre el cartílago. De hecho, junto a la avanzada edad, la obesidad es el factor de riesgo más importante para desarrollar artrosis en las rodillas. El temprano desarrollo de este problema observado entre personas dedicadas al levantamiento de pesas se cree deberse en parte a su elevado peso. Traumatismo sufrido repetidamente en el tejido de las articulaciones (ligamentos, huesos y cartílago) se piensa que conduce al temprano desarrollo de artrosis de rodillas en futbolistas. Como dato interesante, cabe señalar que los estudios no han encontrado un incremento en el riesgo de artrosis en corredores de larga distancia.
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