Los hábitos que engordan rodean nuestra vida todos los días, muchas veces no estamos conscientes de que ciertas costumbres diarias pueden añadir centímetros a nuestra cintura. Sin embargo, el estilo de vida sedentario cada vez más popular en el mundo de hoy nos tiende algunas trampas que no exigen estar alertas para evitar caer en ellas y ganar peso sin darnos cuenta. Las que siguen son algunas de las actividades «inofensivas» que a la larga pueden representar un aumento del peso corporal:
Escuchar música es uno de los hábitos que nos engordan con frecuencia sin darnos cuenta. Los sonidos suaves y relajantes incitan a permanecer por más tiempo en la mesa y por tanto ordenar más comida. La música fuerte, de volumen alto y con ritmo más rápido acelera el proceso de comer, lo que provoca que termines con lo que está en tu plato mucho antes de que tu cerebro procese la información de saciedad proveniente del estómago. Para evitar este riesgo, apaga cualquier música mientras comes y concéntrate en el placer que obtienes de cada bocado. O bien disfruta de una buena conversación en lugar del postre durante las comidas en los restaurantes.
Comer parado. Aquellos que comen en contenedores de plástico en un mostrador tienden a consumir hasta un 50% más que aquellos que lo hacen sentados a la mesa. El comer mientras se está de pie hace sentir que la comida es más bien un refrigerio o un «snack» en lugar de una comida fuerte, lo cual transmite al subconsciente la señal de que la comida es menos satisfactoria de una comida normal. En lugar de comer parado, procura tener un lugar apropiado para comer incluso si sólo estás comiendo un pedazo de lechuga o palitos de zanahoria, esto ayudará a que se sienta como una comida regular.
Comer un poco de todo es otro de los hábitos que engordan con frecuencia. A las personas que se les da caramelos de 24 sabores distintos comen el doble que aquellos a los que se les da sólo 6 sabores, de acuerdo con el Diario de Investigación del Consumidor (Journal of Consumer Research). Una mayor variedad de alimentos disponibles estimula el apetito y te alienta a comer porciones extras de todo. En vez de comer pequeñas porciones de todo lo disponible haz una evaluación de lo quieres comer –por ejemplo en un buffet- antes de llenar tu plato con todo lo que encuentras a tu paso. Esto no quiere decir que te limites a comer pocos grupos de alimentos cada vez. La idea es cubrirlos todos con cada comida, la restricción debe hacerse en cuanto a incluir por ejemplo más de 2 ejemplares del grupo de los carbohidratos o grasas en un mismo menú para así evitar caer en uno de estos hábitos que engordan sin estar conscientes de ello.
Foto | Oakhotel
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