El síndrome de Tourette (TS por sus siglas en inglés) es un trastorno neurológico caracterizado por movimientos involuntarios y vocalizaciones, repetitivos y estereotipados, llamados tics. Este trastorno recibió su nombre por el Dr. George Gilles de la Tourette, neurólogo francés pionero en el campo, quien describió primero esta condición en 1885 en una mujer de la nobleza francesa de 86 años.
Los primeros síntomas del síndrome de Tourette se hacen notar casi siempre primero en la niñez, iniciando en promedio entre los 7 y los 10 años. Se presenta en personas de todos los grupos étnicos; afecta de tres a cuatro veces más a los hombres que a las mujeres. Por ejemplo, en Estados Unidos se estima que 200, 000 individuos padecen la forma más severa del TS y que 1 entre cada 100 manifiestan los síntomas moderados y menos complejos tales como tics crónicos motrices y vocales, o tics pasajeros de la niñez. Aunque el TS puede ser una condición crónica con síntomas de por vida, la gran mayoría sufren los peores síntomas durante la adolescencia temprana , experimentando mejora al final de la misma y continuando hasta la madurez.
¿Cuáles son los síntomas?
Los tics que conforman los síntomas del Síndrome de Tourette son clasificados o bien como simples o complejos. Los tics motrices simples son movimientos súbitos, breves, repetitivos que involucran a un número limitado de grupos musculares. Algunos de los tics simples más comunes incluyen parpadeos y otras irregularidades de la visión, muecas, encogimiento de hombros y sacudidas bruscas de cabeza u hombros. Las vocalizaciones simples pueden incluir carraspeos repetitivos, estornudos o gruñidos. Los tics complejos son patrones coordinados y distintos de movimientos que involucran a varios grupos musculares. Los tics motrices complejos pueden incluir muecas faciales combinadas con un torcimiento de cabeza y un encogimiento de hombros. Otros pueden parecer hechos a propósito, e incluir estornudos, tocar objetos, saltos, brincos, doblamientos y giros. Los tics vocales simples pueden incluir carraspeos, estornudos, resoplidos, gruñidos y ladridos. Los más complejos incluyen palabras o frases.
Los tics quizás más dramáticos e incapacitantes incluyen reacciones motrices que resultan en perjuicio del sujeto mismo, golpearse en la cara por ejemplo, o tics vocales como la coprolalia (proferir groserías) o la ecolalia (repetir las palabras o frases de otros). Algunos tics son precedidos por una urgencia o sensación en el grupo muscular afectado, comúnmente llamada urgencia premonitoria. Algunas personas con TS describirán una necesidad de completar un tic de un cierto modo o a través de un cierto número de veces para aliviar la urgencia o disminuir la sensación.
Generalmente, los síntomas del síndrome de Tourette empeoran debido a la excitación o la ansiedad, y mejoran durante actividades tranquilas que concentran la atención. Algunas experiencias físicas pueden promover o empeorar los tics, collares apretados, por ejemplo, pueden producir tics en el cuello, incluso escuchar a otra persona estornudar o carraspear puede detonar sonidos semejantes. Los tics no desaparecen con el sueño, pero con frecuencia disminuyen significativamente.
Foto | Askmen
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