Alcoholismo

La adicción al alcohol o alcoholismo se desarrolla a lo largo de los años y es una enfermedad crónica, progresiva y a menudo mortal, se ve ampliada por la influencia psicosocial, genética, fisiológica o el entorno social en el que vive el adicto. Esta adicción se caracteriza por la necesidad que tiene el individuo de ingerir sustancias alcohólicas de forma frecuente, por la pérdida del autocontrol, una dependencia física y el característico síndrome de abstinencia.

Se considera alcohólica a la persona que ingiere una cantidad igual a dos copas de licor o dos combinados al día, así como medio litro de vino o un litro de cerveza diarios. Ya que estarían superando la tasa de alcohol que dice la OMS de 50 gramos de alcohol en la mujer y 70 gramos para el hombre.

El alcoholismo afecta sobretodo a los hombres adultos, pero últimamente está aumentando su incidencia entre las mujeres y en mayor medida los jóvenes.

Primeros síntomas

Pueden presentarse de formas muy sutiles por ejemplo con una excesiva preocupación por la disponibilidad de alcohol, llegando a influir en la decisión de sus actividades.
El cerebro después de una exposición prolongada al alcohol se adapta y se vuelve dependiente, en ese momento la persona afectada ya no puede dejarlo y necesita el alcohol para llevar una vida “normal”.

Consecuencias

El alcohólico se va deteriorando progresivamente con el paso del tiempo, va dejando a un lado sus obligaciones y el contacto con familiares y amigos. Aumentan las discusiones, baja el rendimiento y aumentan las ausencias en el trabajo.
Por lo tanto el alcohólico se enfrenta con la posibilidad de perder la familia, el trabajo y los amigos.
Su salud también se ve afectada por la pérdida del apetito y el insomnio, las enfermedades ligadas al alcoholismo no tardarán en aparecer, gastritis, úlceras pépticas, cirrosis y problemas cardíacos.

Tratamiento del Alcoholismo

Se basan principalmente en programas de desintoxicación, en los que se ingresa al paciente durante un periodo determinado para tratar el síndrome de abstinencia mediante medicamentos. Cuando el paciente está desintoxicado puede tratarse en grupos de terapia como alcohólicos anónimos donde se tratan los problemas psicológicos que le han podido llevar a esa situación. Este proceso puede estár apoyado de medicamentos como el Disulfiram que provocará un rechazo al alcohol cuando se consuma.

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