Con estas reglas para depurar tu dieta lograrás comer menos comida chatarra y menos calorías ocultas en los alimentos, de forma que podrás adelgazar y permanecer saludable de forma natural.
1. Deshazte de los alimentos «básicos” procesados. En lugar de depurar y vaciar tu despensa bruscamente, empieza eliminando el aceite de maíz y las bebidas gaseosas, ambos productos altamente procesados. Esto será un gran primer paso. Otra forma de depurar tu dieta dando un paso sencillo es reemplazar los panes y pastas elaboradas con harina refinada (blanca) por su versión integral.
2. Limpia la parte más grande de tu dieta. Es decir, evalúa qué parte de tu dieta es la que te aporta la mayor cantidad de calorías. Si tu dieta incluye todos los grupos de alimentos (no eres vegetariano), compra carne que proceda de ganado alimentado con pastos y huevos pasteurizados. Si eres vegetariano puedes optar por productos orgánicos.
3. Compra en el perímetro del supermercado. La mayor parte de los alimentos naturales y frescos están en las zonas de las orillas del supermercado y tiendas de comestibles. Ahí es donde los alimentos de producción diaria como vegetales y carnes se encuentran. A medida que avanzas hacia el centro de la tienda, encuentras más y más comida procesada y/o enlatada.
4. Lee las etiquetas. Es la forma más sencilla de distinguir entre la comida “limpia” y la comida altamente procesada y una de las formas de depurar la dieta que son menos evidentes. Analízalo: Una pieza de lechuga no tiene etiqueta (es totalmente natural), mientras que una bolsa de hojuelas de maíz o papa tiene una docena (o más) de ingredientes, todos muy procesados. En lugar de eliminar toda la comida procesada, examina las etiquetas y elige cuales contienen ingredientes más simples (evita los aceites hidrogenados, colorantes, estabilizadores, preservativos, cantidades excesivas de grasa y sodio, y azúcar refinada agregada).
5. Piensa en los nutrientes por cada porción servida. Considera la cantidad de nutrientes en un producto en lugar de enfocarte solamente en el precio. Pregúntate a ti mismo si los nutrientes (o la falta de ellos) justifica el precio.
6. Cocina más en casa. Esta es una sencilla forma de depurar tu dieta y de optimizar los recursos destinados a la comida y ahorrar dinero. Además, muchos restaurantes utilizan principalmente comida procesada para crear sus menús. Para hacer más fácil la preparación de los alimentos busca recetas sencillas que se puedan preparar mezclando ingredientes sin complicaciones. De este modo te aseguras de incluir varios grupos alimenticios a tu comida y reduces el tiempo de preparación.
7. Reajusta tu sentido del gusto. Si estás acostumbrado a comer grandes cantidades de sal, azúcar, grasa y otros aditivos, necesitarás reajustar tus papilas gustativas para apreciar de nuevo los sabores más sutiles de los alimentos. Por ejemplo, si el sabor del arroz salvaje o integral de entrada no te gusta demasiado, mezclalo con un poco de arroz blanco (cada mes en menor cantidad) hasta que logres adaptarte. Puedes hacer lo mismo con la pasta y otros ingredientes.
jacinto guaperas
25 marzo 2011 at 20:27
maravilloso blog. para cuando un articulo sobre los remedios para la acumulacion de gases intestinales?